En nuestro país habitan personas que tienen distintas formas de ser y estar en el mundo. A lo largo de la República Mexicana se encuentran asentados pueblos indígenas, mestizos, afrodescendientes, campesinos, pescadores, así como comunidades urbanas o citadinas, entre otros.
La Constitución Mexicana, en su Artículo 2do. reconoce este carácter pluricultural del país.
En este sentido, un Estado pluricultural tiene por obligación realizar los ajustes necesarios para la convivencia pacífica de las diferentes culturas que en él habitan.
En un Estado como el mexicano, con una gran diversidad biológica y cultural, éstas se expresan en:
- Sistemas agro-alimentarios
- Patrimonios Bioculturales
- Territorios y bienes comunes
- Instituciones propias
Sistemas-agro alimentarios – Milpa –
La milpa es el corazón de nuestra cultura del maíz y del sistema alimentario mesoamericano, pues en ella se integran múltiples prácticas, cultivos y variedades que cambian según las preferencias culinarias, tradiciones, creencias, usos y cosmovisiones de los distintos grupos que la practican.
En México, la milpa es, además, el agroecosistema más importante bioculturalmente hablando pues constituye el principal pilar para la alimentación de las familias campesinas e indígenas y el espacio donde se genera la rica gastronomía mexicana. Los pueblos originarios de México, trabajando la milpa y otros agroecosistemas tradicionales, han domesticado alrededor del 15% de las plantas cultivadas en el mundo y continúan haciéndolo.
Patrimonios Bioculturales
El manejo cotidiano de los pueblos indígenas y/o campesinos de los recursos naturales y ecosistemas dentro de los territorios donde se asientan, ha generado con los siglos el llamado patrimonio biocultural (PatBio), que se refiere, por una parte, a los elementos culturales indispensables para la forma de ser y estar indígena o campesina, y por la otra, a un añejo proceso de coevolución con los ecosistemas que habitan.
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